Nos gustaría compartir el testimonio de una de nuestras voluntarias que ha estado realizando un voluntariado en Lituania.
¿Qué ha significado para mi poder realizar un voluntariado gracias al Cuerpo Europeo de la solidaridad?
Durante mi voluntariado me he dado cuenta de lo enriquecedora que es una experiencia de este tipo, te acerca a una cultura que no conoces, aprendes cosas nuevas diariamente y consigues valerte como persona.
Recomiendo que durante este período te fijes unas metas que, con un poco de trabajo, las alcanzarás sin duda y te sentirás muy satisfecho contigo mismo. En mi caso me fijé un proyecto en mi lugar de trabajo, que aún se está llevando a cabo, pero dentro de poco estará terminado. Personalmente también siento que me he superado, ahora tengo un estilo de vida más saludable. Es importante la reflexión durante todo el proceso para darte cuenta de qué estás avanzando y si no es así poner medidas para hacerlo, porque la finalidad del proyecto es aprender.
En mi caso la decisión de irme a Lituania a hacer el voluntariado en el Jardín Botánico de la Universidad de Vilna fue bastante espontánea por lo que no tuve tiempo de imaginarme en la situación, lo cual evitó decepciones por no ser lo esperado. Llegué al país en verano y eso fue todo un acierto porque la naturaleza estaba en pleno apogeo y todo era precioso. El invierno es algo más triste a mi parecer, pero en compañía de buenos amigos se encuentran planes igualmente.
He disfrutado bastante de la experiencia, seis meses son suficientes para empaparte de una cultura, pero se hace corto e igual no es fácil congeniar con otros voluntarios si no tenéis las mismas fechas de estancia. Piénsatelo bien y pregunta si tu voluntariado es de larga estancia porque si es así solo tendrás esa vivencia una vez en la vida.
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